03 junio 2007

ASCENSIÓN A LA SAGRA

Y allí dejamos a la Sagra, como corazón abierto tras el abrazo.
¡Un saludo y hasta la próxima! 
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Y como punto y final ...un refrigerio en Huéscar para reponer los fluidos corporales.
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Apelativo de "mariantonia" que viene dado por el nombre por el que se conoce a estas pinopsidas, pertenecientes a la familia de las cupresáceas "Wellingtonia" o "velintonia" (Sequoiadendron giganteum). Hay dos grupos separados unos 200 m de ocho o nueve ejemplares cada uno y un árbol sólo entre los dos grupos. Actualmente cuentan con unos 150 años de antigüedad y miden unos 45 ó 50 m de altura. Todos las secuoyas están valladas pero se pueden ver a escasos 30 m de distancia desde la carretera.*
Desplazándonos a continuación, ya motorizados, hasta el Cortijo de la Losa, para admirar las secuoyas gigantes que sobreviven en este enclave, que por aquí llaman popularmente "mariantonias"
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Y nos despedimos de la magna Sagra.
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Los últimos metros por el carril de inicio...
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Piedra de Miravete, también conocida como Castellón de los Miravetes o Castejón de Miravetes, tirando un poco de zoom...
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Y ya vamos llegando...
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Mirada hacia delante, hacia Collado de Abajo, en donde teníamos los coches, con la Piedra o Peña de Miravete, como telón de fondo (arriba-centro de la instantánea)
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Mirada atrás, al encuentro con el camino que utilizamos para la subida (señalado en rojo, y el de la vuelta en azul), con las dos grandes moles de la Sagra como telón de fondo ahora y reclamo montañero para que vuelvas
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Disfrutando ahora del verde serrano
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...Y proseguimos con el descenso, tras la parada para el bocata...
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¡Mirada arriba...!
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¡Un descanso, más que merecido!
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Haciendo, en el Collado de las Víboras, la parada obligada para tomarnos el bocata
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Al encuentro con otro pino solitario, con su típica estampa de adaptación a los fuertes vientos y resistencia al peso de la nieve
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Camino, por algunos tramos, ¡que tampoco se quedaba atrás!
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 Pero nosotros, por este otro camino algo más seguro
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A nuestra izquierda queda el canchal (La Pedrera) por donde algunos "locos de atar", bajan como "surfeando". Una caída en vertical de unos 400 m. con una pendiente en algunos tramos del 40%, sobre un recorrido total de 700 metros de pura adrenalina, según nos contó uno de los nuestros, por la que ya bajó en otra ocasión anterior.
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Y como decíamos al comienzo, siguiendo la ley de la gravedad, al final...¡todo lo que sube, tiene que bajar! Como telón de fondo, ya que antes me las dejé en el tintero, tanto así como otras muchas, más allá de la Puebla de Don Fadrique quedan la Sierra de las Cabras, Taibilla y Sierra de Moratalla
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Sin faltar la de la mayoría del grupo
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Haciendo cumbre en La Sagra (2.383 m.a.),  la segunda sierra de Andalucía en altitud, después de los tresmiles de Sierra Nevada.
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¡Ya sí!
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 ¡La cima, es aquella vemos!
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¡Y ya falta poco! Pero esta que tenemos delante no es la cima, tal y como pudimos comprobar, que conste
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Vistas de 360º que, sin la alta definición, no subo por subir; alcanzando desde aquí, eso sí, la vista a estas cinco provincias: Albacete, Murcia, Almería, Granada y Jaén. Amén de todo  un mar de sierras y macizos montañosos como Sierra Nevada, la Sierra de Castril, Sierras de Cazorla y de Segura con los Campos de Hernán Perea; el Jabalcón, la Sierra de Baza, la de Filabres, Sierra María, Sierra de Orce; las Hoyas de Baza y Huéscar, el Campo de la Puebla de Don Fadrique...Pidiendo perdón por las que omito.
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...Y disfrute de las vistas...
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Una de sentadilla para el descanso...
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Una nueva mirada hacia el vértigo del abismo...
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Continuando nosotros, de puntillas y sin senda definida, zigzagueando lo más posible
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Al encuentro, mientras vamos ascendiendo, con algunos ejemplares en solitario de las pocas pináceas que van sobreviviendo; mostrándonos los efectos del viento y de la nieve, adoptando este porte característico achaparrado que vemos.
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Algo de flora que nos alegrara la vista hacia el suelo...
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Centímetro a centímetro, encontramos la moneda perdida de céntimo de Euro !
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Mejor , ni mirar hacia abajo !
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A veces...¡ni hasta a gatas!
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Seguimos por "piedras movedizas"
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Un descansillo...
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Cómo se aferra la vida a la roca...!
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Embudo, por donde, de vez en cuando, había que pararse para echar ese resoplillo que renueva.
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Al comienzo aquí del Embudo después de atravesar el pinar
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...Y vamos atravesando...Agarrándonos de vez en cuando a alguna que otra rama, como medida de seguridad, dada su verticalidad
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 Bosque en el que nos introducimos...
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Al encuentro con la primera línea del bosque
 
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Sendero que, por este tramo, anda grabado en piedra, y nunca mejor dicho
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En el centro vemos, el llamado "embudo", nuestro siguiente y magno objetivo después de salvar el pinar que tenemos delante: una enorme tajadura abierta entre ambos senos de la montaña, entre tajos, la subida más directa y cansina a la cima. A la derecha se encuentra (la mayor parte fuera del enfoque-en la anterior instantánea se aprecia mejor.), el llamado "bosque vertical", por donde atacar la cresta desde el oeste. Y a la izquierda un vertical canchal, conocido como La Pedrera, por donde algunos realizan la bajada como alternativa. A la izquierda de la foto, donde terminan los pinos y comienza la cresta (también fuera del enfoque), se encuentra el "Collado de las Víboras", punto también de ataque y de regreso (collado por donde volveríamos nosotros)
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Mientras vamos tirando de algunos pensamientos: como le dijo el gran poeta a la vida..."se hace camino al andar..."; y echando mano a la gravedad: "todo lo que sube, tiene que bajar", así que vamos, ¡corazón y pies a la obra!
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Con alguna que otra paradilla para la instantánea del recuerdo...
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Llaneamos un poco...
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Vamos calentando...
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Punto de arranque en donde se encuentra, como referencia, el viejo cortijo en ruinas
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Y por aquí andamos ya, sobre el Collado de Abajo (1.465 m.a.), con la Sagra como telón de fondo. ¡Impresionante, la vista de su cara norte y lo que nos espera por delante-jeje-
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Al paso, motorizados, por la Puebla de Don Fadrique antes de llegar a nuestro punto de ataque a La Sagra: el Collado de Abajo. Pueblo en donde hacemos una parada técnica; para desayunar, vamos :-)
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ASCENSIÓN A LA SAGRA
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Tal vez sea la distancia, y en su acercamiento la palabra lejanía, la que pueda producir sobre esta ruta un poco de pereza a la hora de apuntarla en la lista de “favoritas”, eso para los que vivimos en este otro extremo de la provincia. Pero tratándose de Granada, precisamente por eso, por ser montaña de referencia, que no horizonte sin entrañas; por ser tierra hermana, que no vecina y que se nos cuenta, ¡cómo íbamos a olvidarnos de ella!
Así que allá que nos encaminamos, a escasos metros ya de echar el cierre a esta temporada que se nos va yendo tras los últimos calores, que han vuelto para retomar hasta los sueños más recónditos de nuestra tierra. Hacia uno de esos rincones que se nos insinúan tras el mapa de campo, bajo las curvas de nivel sobre las que se representa al pie de la letra y unidas a la admiración de su encanto, una vez plantados pies en ella bajo su base y descubierta; desnuda bajo el cuerpo que le ha tocado en privilegio y sin apariencias.
Y es que La Sagra, con sus 2.383 metros de altitud sobre el nivel del mar, se encuentra así y allí: asentada, como esperándonos. En posición de hechicera y altiva; como colosal silueta al atardecer que conmemora el eco de la distancia que la enaltece y antecede. Allí solitaria, pero nunca a solas; plantándole cara a los cuatro vientos traducidos en puntos cardinales; a las cuatro estaciones como homenaje a la naturaleza a la que representa. Teniendo ésta, además, título de nobleza: el punto más alto del sistema prebético y del Altiplano granadino, la más elevada de Andalucía y fuera del alcance de Sierra Nevada", el pico más alto de toda la bética y de la mitad sur peninsular, fuera de Sierra Nevada como comentábamos, y situado en el extremo suroriental del grupo de sierras de Cazorla y Segura, cima más alta entre Sierra Nevada y los Pirineos.
Para ello, salimos nosotros desde Alfacar (Granada), sobre las 7:30 h. de la mañana y el resto del grupo de El Bastón sobre las 7:00 h. desde el Polideportivo de Albolote (Granada) tomando directamente y a continuación la A-92 y A-92N con dirección Murcia; para una vez abandonada, por la Salida 356, coger la Carretera A-330 que va desde Cúllar hasta la Puebla de Don Fadrique (antiguamente conocida como Bolteruela, llegando incluso a ser caserío dependiente de Huéscar); al norte puro y limpio de la provincia de Granada, sobre unos 1.164 m.a. y a 184 km. de distancia de la capital. Antepenúltimo pueblo granadino antes de entrar en tierras murcianas y cuyo paisaje está lleno de contrastes. En su parte meridional la vegetación es más bien escasa o esteparia, mientras que en su cara norte pudimos comprobar con abundancia que predominan los pinos, encinas, enebros, e incluso algunas grandes secuoyas a las que por aquí se les llama cariñosamente como "Mariantonias". Encontrándose los mejores ejemplares dentro del Cortijo de la Losa (término de Huéscar); estando su acceso restringido al público, aunque previa solicitud se pueden visitar y que fueron plantadas hace unos 165 años por el Marqués de Corvera.
Desde La Puebla, una vez desayunados, y a escasos 2 km., tomamos la carretera de montaña que nos sale a nuestra izquierda, la GR-9100 y que lleva directamente hasta los Collados de la Sagra.
La carretera asfaltada sube que te sube, estrechándose de lo suyo en algunos momentos y con algunos desprendimientos y aluviones de lluvia que hacen que aumentemos la precaución. Después de unos 15 km. llegamos al Collado de Abajo (pequeño puerto carretero situado a unos 1.465 m.a.), aparcando los vehículos enfrente del viejo cortijo en ruinas y "aparcamiento oficial", justo al borde de la carretera; observando el camino de inicio de la ruta que lo tenemos justamente a nuestra izquierda y que arranca, como es natural, por tierra y cuesta arriba.
Hermosa zona ésta de los Collados, en donde los atardeceres se llenan de rojo, acariciando y envolviendo a la montaña. Dándole ese calor y color tan característicos de las puestas de sol que por aquí andan, si cabe, más inmortales que espectaculares.
Y ya, con los pies sobre la tierra, entremos en materia. La Sagra se nos ofrece como una extensa muralla-fortaleza con dirección nordeste a suroeste, en forma de barca invertida, y exhibiéndonos su parte central como una enorme cicatriz de guerra. Se trata del “Embudo”, empinada torrentera de piedra suelta, o gran pendiente de nieve en su caso, y por donde se asciende después de atravesar un espeso y empinado pinar, compuesto principalmente de pino laricio.
El embudo se irá atacando buscando siempre el camino más fácil para ascender, a través de esas desviaciones que el sentido común nos regala para ahorro de la energía. Al poco, y tras rebasar con creces y soplillo su “ombligo”, con grandes enormes paredes de roca en sus ambos márgenes, unas veces empedrado y otras con roca suelta, el senderillo se tuerce a la derecha para dirigirnos por entre unos canchales, que rebasamos con el zigzag de los pasos ganando cota y cota tras el sudor de la gota que se nos resbala montaña abajo, con la suerte de cara de que no había nieve acumulada, pues de lo contrario habría que tener mucha más precaución ante la bota que se tuerce y se nos escapa.
Situados ya al final del “Embudo”, sobre una cómoda y ancha ladera nos dirigimos al punto más elevado de la misma y que se encuentra a nuestra derecha con dirección suroeste. Seguidamente, y dándole ya al ritmo de los pasos ese toque más de ánimo ante la última gracia que es la más cercana a la cumbre de los pasos, continuando por la divisoria llegamos al vértice geodésico de la cima (pintado para variar con el último alias conocido).
Al este se encuentra la cima oriental, con sus 2.369 m.a. y a la izquierda el Collado de las Víboras a 1.845 m.a. Cumbre que es la gratificación de ese esfuerzo dedicado, abierto; conseguido paso tras paso, centímetro a centímetro.
Aberturas como ésta, en plena naturaleza y ante el horizonte que nos rodeaba. Aquí las vistas pues que son de aumento. Destacando, cómo no, la visión en panorámica de nuestra querida Sierra Nevada allá al fondo, al suroeste; empequeñecida por la distancia, como pincelada blanca de ese cuadro que la enmarca y todas las demás tan diáfanas y que estaban como de parada cardiaca y de 360º a la redonda: punto en donde se juntan las cuatro provincias vecinas, Albacete, Murcia, Jaén y Granada, junto con el de Almería en solitario; Sierra de Castril, Sierras de Cazorla y de Segura con los Campos de Hernán Perea; el Jabalcón, la Sierra de Baza, la de Filabres, Sierra María, Sierra de Orce; las Hoyas de Baza y Huéscar, el Campo de la Puebla de Don Fadrique y todo ese infinidad de montañas a lo lejos y que hoy nos saludaban.
El camino de regreso y de bajada, para no repetirnos con la geografía de los pasos ni con el cortante vértigo de la mirada, no lo hacemos por el Embudo sino que lo tomamos al principio por el tramo de vereda que nos trajo hasta la cima por la divisoria. Continuándola, y como cayendo en picado y a su derecha (según lo observamos desde arriba), caminamos de nuevo entre muchísima roca e idem de piedra suelta. Alternativa ésta que te baja y te baja, Collado de las Víboras incluído, hasta una zona de pinar y que bordeando la montaña ladera abajo en sentido contrario al de las agujas del reloj, enlaza con el camino de subida antes de atacar el pinar y al principio indicado. Y desde éste hasta el Cortijo del Collado de Abajo, punto junto al que habíamos dejado aparcados los vehículos.
A continuación, y una vez refrescados en el cercano río Brabatas, tomamos de nuevo la GR-9100 pero ahora con dirección a Huéscar, para admirar las grandes secuoyas que hay en el interior del Cortijo de la Losa y algunas adyacentes, siguiendo en vehículo hasta dicha localidad para hacer esa parada "técnica" e hidratante y bastante provechosa.
Desde aquí nuevamente por la A-330, A92-N, y A-92 hasta nuestros diferentes destinos en Granada.
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ASCENSIÓN A LA SAGRA
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DATOS BÁSICOS DEL RECORRIDO:
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-Accesos: Granada, A-92 y A-92N, Salida 356, Carretera A-330: Cúllar-Puebla de Don Fadrique (1 h. 30') - Desde la Puebla de Don Fadrique, y a escasos 2 km. del pueblo tomar la carretera de montaña GR-9100 hacia La Losa - Santiago de la Espada que nos sale a nuestra izquierda y que, al cabo de 15 km., llega al Cortijo del Collado de Abajo. En total, 17 km. desde la Puebla D.Fadrique. También puede llegarse desde Santiago de la Espada (Jaén) (25 km.) o Huéscar (Granada) (30 km.).
-Itinerario: Collado de Abajo, Loma Carrillo, Embudo de la cara norte, Cumbre de la Sagra, Collado de las Víboras, Loma Carrillo, Collado de Abajo.
- Distancia recorrida: 16,5 km. (7 de subida y 9,5 de bajada)
- Desnivel: 918 m.
- Tiempo invertido: Subida: 2h.45' desde el Cortijo del Collado de Abajo por el Embudo hasta la cumbre de la Sagra. Bajada: Cima de la Sagra, Cortijo del Collado de Abajo: 3h. de baja incluyendo 30' para el avituallamiento.
- Dificultad: Media-Alta (Alta por el ascenso del embudo de la cara norte, por tratarse de una subida muy empinada por bloques relativamente firmes alternando con mucha piedra suelta)
- Sistema M.I.D.E.: (2.2.3.3.)
- Tipo de sendero: No homologado
- Época recomendada: primavera, verano, otoño
- Participantes: miembros del Club Senderista El Bastón.
- Agua: llevar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustan todas las fotos y el texto me ha encantado. Un saludo de otro andarín de estas tierras que también tira de una maquinita de fotos. Puedes ver mis fotos en la dirección: http://elblogdejesusclaudio.blogspot.com